Un libro que nació de una tesis de grado
"YA NO EXISTE EL ESPÍRITU FRENTERO DE FIDEL"
“Sigo siendo influido por sus pensamientos y por sus cosas: era un hombre recto, honrado, trabajador, en realidad una personalidad muy bonita. Es muy difícil decir que una personalidad como la de Fidel Cano no influye”
Esteban Duperly. Foto Rosa Pérez.
A sus 29 años de edad e influido por las editoriales y el pensamiento de Fidel Cano, Esteban Duperly Posada, egresado de la facultad de Comunicación Social de la UPB nos presenta en su libro “Fidel Cano un hombre de su tiempo” una versión de la vida del periodista que ha trascendido en la historia. El libro que es una versión de su trabajo de grado mereció ser publicado por su gran contenido de investigación y estilo con el que está escrito.
Fue soldado, mensajero y vendedor de libros, ahora trabaja en su estudio de comunicación visual y diseño, en donde se encarga principalmente de hacer desarrollo de imagen corporativa, diseños de sitios Web y animación digital para televisión. Y no es que no le guste el periodismo solo que afirma que hacer periodismo no es nada fácil y mucho menos cuando siguen existiendo medios de comunicación al servicio de grupos económicos, “yo haría periodismo a mi manera, me gusta más un periodismo de tipo literario de tipo crónica y el periodismo de opinión”, dice.
¿Qué le aportó a usted como estudiante de Comunicación Social escribir el libro?Me creó un método de investigación muy concienzudo y del que me di cuenta que era muy efectivo, llevándome a partes donde usualmente los comunicadores no van. Me creó una disciplina de trabajo y de escritura muy rígida que yo mismo me la impuse y me dio unas bases para discernir en qué información es válida y que no es valida, qué fuentes son válidas y qué fuentes no lo son y básicamente me creó un sistema de investigación, que aunque en mi vida laboral no trabaje en algo que tenga que ver con investigación o escritura, lo sigo aplicando en el método de trabajo.
¿El libro es más histórico, más literario o más periodístico?
El libro es eminentemente histórico con ciertas licencias literarias que me permití o que me permitía la historia periodística y que yo también quise hacer porque me parece que es importante que un libro además de contar cosas entretenga. En cuanto a lo literal, utilicé las metáforas y la adjetivación apropiada para hacer la lectura más agradable. Y es también periodístico porque trata la historia de un periodista muy ilustre y se mete con editoriales de prensa con la historia de los periódicos en Antioquia y en Colombia. Tiene los tres elementos, pero yo considero que es un libro histórico.
¿Cuál fue la etapa más difícil para escribir el libro?
La etapa más difícil fue aprender a investigar, tener el olfato de saber en donde iba a encontrar la información, por ejemplo, el primer dato que fui a buscar apareció meses después, tuve muchas frustraciones al principio por la investigación, porque no encontraba lo datos que necesitaba, me sentía armando un rompecabezas del que no encontraba las fichas fundamentales para seguir la investigación. De rebote hallaba muchas también y luego cuando localicé esas fichas principales vi que era un engranaje que se había armado. Al principio pensé que estaba perdiendo tiempo y trabajo, luego cuando las acerté me di cuenta que el trabajo anterior no lo había perdido, que todo se complementaba y me encontré con una cantidad de información casi abrumadora.
¿Qué metodología utilizó?Investiga tres semanas y redactaba una. Trabajaba desde las siete de la mañana hasta las cuatro y media de la tarde. Investigaba por la mañana porque era el tiempo en que estaba más despejado, y cuando llegaba a la casa redactaba alguna información. Solo descansaba los domingos. Cuando me senté a escribir ya tenía párrafos listos y era sino cortarlos y pegarlos, había entonces mucho material que ya estaba listo o muy listo y eso me facilitó la escritura de 300 páginas en muy poquito tiempo.
El libro que salió es la parte final de la tesis. En el ejército, en el colegio y en la Universidad siempre había alguien que me estaba diciendo lo que tenía que hacer, aquí era yo el que me tenía que censurar, era yo el que tenía que tomar decisiones y lo hice de una manera muy consciente, porque me gustaba.
¿Cree que hay alguien en el país que este haciendo el mismo periodismo de Fidel Cano?No definitivamente no, pues por dos cosas, lo primero es por un asunto de estilo y este ya no es el siglo XIX, estamos en el siglo XXI, y porque ya no existe ese espíritu frentero y combativo como el de Fidel, hay ciertos matices en ciertos periodistas pero no es una línea y aunque el Espectador de ahora, que considero que es un periódico bueno y tiene cierta línea de oposición al gobierno no creo que sea el Espectador de Fidel Cano, también porque los tiempos han cambiado y ya el país no es tan politizado y eso es bueno en cierta medida pero si considero que le haría falta a ciertos periodistas adquirir una posición más estilo Fidel Cano para ponerlo en términos de lo que estamos hablando.
Fue soldado, mensajero y vendedor de libros, ahora trabaja en su estudio de comunicación visual y diseño, en donde se encarga principalmente de hacer desarrollo de imagen corporativa, diseños de sitios Web y animación digital para televisión. Y no es que no le guste el periodismo solo que afirma que hacer periodismo no es nada fácil y mucho menos cuando siguen existiendo medios de comunicación al servicio de grupos económicos, “yo haría periodismo a mi manera, me gusta más un periodismo de tipo literario de tipo crónica y el periodismo de opinión”, dice.
¿Qué le aportó a usted como estudiante de Comunicación Social escribir el libro?Me creó un método de investigación muy concienzudo y del que me di cuenta que era muy efectivo, llevándome a partes donde usualmente los comunicadores no van. Me creó una disciplina de trabajo y de escritura muy rígida que yo mismo me la impuse y me dio unas bases para discernir en qué información es válida y que no es valida, qué fuentes son válidas y qué fuentes no lo son y básicamente me creó un sistema de investigación, que aunque en mi vida laboral no trabaje en algo que tenga que ver con investigación o escritura, lo sigo aplicando en el método de trabajo.
¿El libro es más histórico, más literario o más periodístico?
El libro es eminentemente histórico con ciertas licencias literarias que me permití o que me permitía la historia periodística y que yo también quise hacer porque me parece que es importante que un libro además de contar cosas entretenga. En cuanto a lo literal, utilicé las metáforas y la adjetivación apropiada para hacer la lectura más agradable. Y es también periodístico porque trata la historia de un periodista muy ilustre y se mete con editoriales de prensa con la historia de los periódicos en Antioquia y en Colombia. Tiene los tres elementos, pero yo considero que es un libro histórico.
¿Cuál fue la etapa más difícil para escribir el libro?
La etapa más difícil fue aprender a investigar, tener el olfato de saber en donde iba a encontrar la información, por ejemplo, el primer dato que fui a buscar apareció meses después, tuve muchas frustraciones al principio por la investigación, porque no encontraba lo datos que necesitaba, me sentía armando un rompecabezas del que no encontraba las fichas fundamentales para seguir la investigación. De rebote hallaba muchas también y luego cuando localicé esas fichas principales vi que era un engranaje que se había armado. Al principio pensé que estaba perdiendo tiempo y trabajo, luego cuando las acerté me di cuenta que el trabajo anterior no lo había perdido, que todo se complementaba y me encontré con una cantidad de información casi abrumadora.
¿Qué metodología utilizó?Investiga tres semanas y redactaba una. Trabajaba desde las siete de la mañana hasta las cuatro y media de la tarde. Investigaba por la mañana porque era el tiempo en que estaba más despejado, y cuando llegaba a la casa redactaba alguna información. Solo descansaba los domingos. Cuando me senté a escribir ya tenía párrafos listos y era sino cortarlos y pegarlos, había entonces mucho material que ya estaba listo o muy listo y eso me facilitó la escritura de 300 páginas en muy poquito tiempo.
El libro que salió es la parte final de la tesis. En el ejército, en el colegio y en la Universidad siempre había alguien que me estaba diciendo lo que tenía que hacer, aquí era yo el que me tenía que censurar, era yo el que tenía que tomar decisiones y lo hice de una manera muy consciente, porque me gustaba.
¿Cree que hay alguien en el país que este haciendo el mismo periodismo de Fidel Cano?No definitivamente no, pues por dos cosas, lo primero es por un asunto de estilo y este ya no es el siglo XIX, estamos en el siglo XXI, y porque ya no existe ese espíritu frentero y combativo como el de Fidel, hay ciertos matices en ciertos periodistas pero no es una línea y aunque el Espectador de ahora, que considero que es un periódico bueno y tiene cierta línea de oposición al gobierno no creo que sea el Espectador de Fidel Cano, también porque los tiempos han cambiado y ya el país no es tan politizado y eso es bueno en cierta medida pero si considero que le haría falta a ciertos periodistas adquirir una posición más estilo Fidel Cano para ponerlo en términos de lo que estamos hablando.
¿El periodismo de Fidel Cano tiene vigencia?
Sí. Primero habría que buscar una forma de hacerlo, por lo que digo esto ya no es el siglo XIX ya no puedes sentarte a escribir como Fidel Cano ni tener un periódico como el de Fidel pero eso se traduce en valores en cierta actitud combativa en muchas cosas y yo creo que siguen siendo vigentes y que serán vigentes aquí o en esta época o en el año 3000 .Considero que hay gente que en cierta medida retoma ciertos aspectos de él.
¿Cuál fue la gran lección que le dejó Fidel a los periodistas?
La perseverancia, porque si uno mira la historia del Espectador, en sus inicios, 15 años después de haberse formado, apenas alcanzaba el número 1.000, teniendo presente que el periódico estuvo cerrado más tiempo del que estuvo en circulación y había estado circulando siempre a contra corriente, era el contra peso de un asunto político que se llamaba la Regeneración y que no era muy fácil de combatir , eso hacía que el periódico fuera muy combatido y creo que es uno de los grandes recuerdos que debe tener todos los periodistas el Espectador como un periódico muy combatido. Por otro lado la integridad, moral y la honestidad que eran características muy grandes de Fidel Cano y por siguiente del Espectador de la época, todo esto unido a un gran estilo al escribir. Creo que ningún periodista puede desconocer esto.
¿Por qué cree que se debe leer el libro?Porque lo considero entretenido, además de tener una buena carga histórica, explicada en un modo que intenté hacer muy pedagógico. La persona que lea el libro es capaz de entender lo que sucedió en Colombia entre 1850 y 1920. El libro contextualiza muchas cosas del país y de Antioquia. Allí se puede encontrar también unos juicios morales y unos juicios de opinión que considero ahora le hacen mucha falta al país.
¿Por qué piensa que el libro debería estar en todas las salas de redacción de las universidades?
Al ser Fidel Cano un pionero del periodismo en Colombia uno tiene la obligación de conocer quien fue el primero en hacer las cosas que uno está haciendo. Es un asunto de disciplina profesional.
¿Considera importante que las universidades tengan la tesis o proyecto de grado?Me parece importante cerrar la carrera con broche de oro. La tesis es la oportunidad que tiene uno para poder hacer lo que le gusta, encontrar un tema que y explorarlo a fondo. Es primordial que las facultades tengan tesis de grado al finalizar la carrera porque de algún modo uno puede mostrar ciertas competencias que adquirió durante ésta. Además es un regalo que uno se da es gratificante poder desarrollar un tema, investigarlo afondo y enriquecerse con el.
Me preocupa mucho que algunas facultades no tengan trabajo de grado y sé que lo hacen por un asunto práctico que no se puede desconocer, pero de lo que tampoco desconozco es que la investigación sea cual sea la profesión lo hace a uno mejor profesional y el trabajo de grado es la oportunidad para que uno se de la pela investigando y al no existir pienso que se está perdiendo algo muy fundamental en la educación.