lunes, 12 de noviembre de 2012

De loco a enfermo mental



En Medellín se crearon varias instituciones para tratar a quienes padecían algún trastorno mental, preferiblemente en lugares ubicados en las afueras de la ciudad, como en el momento fue el llamado Manicomio de Aranjuez. Hoy el Hospital Mental de Antioquia es la entidad del Estado responsable de atender a los enfermos de todo el departamento.

Por
Rosa María Pérez Rivas

En Medellín se vio la necesidad de construir un lugar para albergar a los locos en el año 1875, cuando Recaredo Villa, presidente del Estado de Antioquia, inició una colecta con las personas más adineradas de la ciudad para fundar una casa de alienados. El proyecto se vio frustrado debido a que el dinero recaudado se utilizó en la guerra civil que inició en 1876 y en una plaga de langostas que azotó al departamento.
Tres años después en 1878 la Corporación Municipal del Distrito de Medellín, fundó el Hospital para Locos, con pabellones para hombres y para mujeres. Los primeros habitantes del hospital fueron los locos recluidos en las cárceles, junto con otros que se encontraban en las calles. “Esto demostró la necesidad de separar al loco del criminal para situarlo en un espacio propio”, dice Adolfo León González Médico, Profesor e Investigador de la Universidad de Antioquia.
La primer sede del hospital – que también era conocido como “Casa de Locos-, estuvo ubicada en la “Barranca del Convento”, entre las actuales carreras Palacé y Junín.
En el año 1888 se creó de nuevo una institución para locos “Manicomio de Antioquia”, que ya no albergaría sólo a locos de la ciudad, sino de todo el departamento. Sus instalaciones estaban ubicadas en lo que hoy conocemos como el Palacio de Bellas Artes. Allí a los enajenados se les proporcionaba sólo alimento y vestido, sin el beneficio de la locura completamente curable.
En vista de mejorar las condiciones deplorables en las que se encontraban los enfermos, en el año 1892 se realizó el traslado de los enajenados para una nueva sede ubicada en el Alto de Bermejal –lugar donde hoy queda un edificio de Comfama- a donde llegaron inicialmente 39 locos, siendo el más famoso Epifanio Mejía, poeta y autor del himno antioqueño y quien duró 35 años recluido en el hospital.

En Aranjuez funcionó por varias décadas el Manicomio Departamental. Era común ver por sus corredores, a cientos de hombres y mujeres, quienes eran sometidos a diversas terapias.


Aparecen las terapias

Sólo hasta 1930, en el hospital de Bermejal aparecen terapias, que favorecieron poco el tratamiento de los enfermos: “al paciente le inyectaban sustancias aceitosas como la trementina para producirles abscesos (una colección de pus gigante en el cuerpo) esto hacía que el paciente entrara en un estado de ‘parálisis corporal’ facilitando así ser sujetado y controlado por los médicos del hospital”, dice Adolfo León González quien recuerda además que en el hospital se usaba la camisa de fuerza y los llamados baños fríos en los que se acostaba al paciente por grandes períodos de tiempo.



Según el investigador muchos de esos pacientes no sólo tenían problemas en el comportamiento, sino que presentaban enfermedades de tipo orgánico como tumores cerebrales, procesos infecciosos crónicos o quistes que se manifestaban parecidos a los trastornos. “Un tumor cerebral puede empezar con trastornos en el comportamiento, la persona se vuelve inquieta y pierde recuerdos importantes de su memoria, además de presentar cuadros de convulsión, muchos médicos creían que estos pacientes eran enfermos mentales y por ésta razón éstos morían en siendo tratados como tal”.



En el año 1949 la enfermedad mental empezó a tener una intervención quirúrgica. El doctor neurocirujano formado en la Universidad de Michigan, Estados Unidos, y primer director del Hospital Mental de Antioquia, Luis Carlos Posada, sometió a un grupo de pacientes a una intervención quirúrgica. Al paciente se le practicó una craneotomía y se le abrió la parte frontal de la cabeza. Los resultados fueron desastrosos porque muchos pacientes quedaron en estados lamentables de salud.



Después de los años 40 los diarios hicieron evidente su enorme preocupación por el hacinamiento que se estaba presentando en el Manicomio Departamental, que para esa época contaba con aproximadamente 968 alienados quienes se veían obligados a convivir en pésimas condiciones.
El edificio de Bermejal comenzó a quedar estrecho para la ciudad y ante esta situación Carlos Obando, director en ese tiempo del Manicomio, solicitó una ampliación digna de éste.


Después de muchas gestiones y años de espera el proyecto de construir un nuevo Manicomio Departamental se hizo realidad. En 1958 fue inaugurado el Hospital Mental de Bello, trasladando a los pacientes de la antigua sede en Bermejal a la nueva, ubicada en Bello.


Actualmente el Hospital Mental de Antioquia (HOMO) es una empresa social del Estado. Cuenta con 200 camas para hospitalización y cubre la crisis psiquiátrica de los pacientes, devolviéndolos a su vida familiar, social y laboral. Lo que no sucedía anteriormente, pues un enfermo mental pasaba toda su vida internado y sólo al morir salía del Hospital.


Según Liliana González, comunicadora del HOMO el año pasado, el Hospital atendió 29 mil 438 consultas externas, 7 mil 470 urgencias y 3 mil 930 pacientes estuvieron hospitalizados, “hemos reducido las camas, pero hemos aumentado la capacidad de atención al paciente”, dice.


Hoy ya no se habla de loco, sino de enfermo mental. Sin embargo, la sociedad actual se encarga –de una manera muy sutil- de rechazar a quien exprese que padece alguna enfermedad relacionada con la salud mental. No es lo mismo que alguien diga que irá donde el cardiólogo, a decir que tiene una cita con el psiquiatra. De inmediato se piensa: “este tipo está loco”.

La palabra Manicomio quiere decir:


Mani: manía
Comio: estructura física donde se guardaba a los enfermos.
El concepto de enfermo mental surge a partir de 1949- 1950 cuando llegó de Michigan, el profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, Pedro Pablo Pérez Upegui, e introduce los conceptos de Enfermedad Mental que igual a las demás enfermedades presentes en la historia tendría una explicación en su origen, en su comportamiento, en su evolución, pronóstico y tratamiento.

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