Durante 20 años, niños y jóvenes se
acercaron a los libros
La promoción de lectura perdió un espacio en Medellín
Por considerar que se puede seguir realizando desde los Parques
bibliotecas, la Secretaría de Cultura Ciudadana tomó la decisión de suspender el
Servicio Móvil de Lectura.
Rosa María Pérez Rivas
rosampr77@yahoo.es
Docentes, niños y promotores de lectura,
manifiestan su inconformidad y su preocupación por sentir que Medellín perdió uno de los mejores proyectos
para formar lectores y escritores: el Servicio Móvil de Lectura.
Esta dependencia hacía parte de la
Secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía de Medellín, desde donde se
coordinaba una serie de servicios: promoción de lectura en escuelas y colegios
de barrios y veredas de Medellín, Cajas Viajeras, además de los proyectos “El
Escritor y su obra” y “El Juego Literario”.
Una de las instituciones afectada por esta
medida es el Centro Educativo Fabio Zuluaga (C.E.F.Z.), ubicado en el corregimiento
de San Cristóbal. Su Directora Martha Dionny Tobón desarrolla actualmente un
programa llamado Leyendo Sobrevolamos el Mundo en donde un grupo de niños de la
escuela recorren los días sábados los
distintos sectores de la vereda para compartir diferentes textos con las
familias. “Con el Servicio Móvil de Lectura y el Juego Literario se contribuía
no solo a labor social que se viene dando en Medellín, sino también a la
transformación cultural que se está implementando en la comunidad”, afirma.
No termina, se transforma
Para Luz Stella Peña Bibliotecóloga,
Especialista en Gestión de información y funcionaria de la Secretaría de
Cultura Ciudadana: “el Servicio no se acaba, se seguirá implementando a partir
de las ocho bibliotecas que hacen parte de la Secretaría”.
La funcionaria
indica además que el Servicio Móvil trabajó muchos años con unas instituciones
las cuales deben tener ya un proceso, un acumulado, una ganancia y que si el
trabajo estuvo bien hecho el educador ya está en capacidad de replicar de lo
que recibió por 20 años.
A pesar de
ello, la profesora Alba Lía Buriticá del C.E.F.Z ha intentado mantener viva la
pasión por la lectura en sus estudiantes, pero es consciente de que no es
fácil: “He ido a la biblioteca San Javier y me prestan la Caja Viajera, yo la
traigo y hago la labor de promotora de lectura, a veces dejo de hacerlo porque
la biblioteca queda muy lejos de la vereda y si los niños dañan los libros hay
que pagarlos”.
Desde el Servicio Móvil, los textos
seleccionados para cada Caja Viajera se hacían de acuerdo con la población a la
que iba dirigida, se tenía presente el contexto y la edad de los participantes.
Un proceso en el que también se involucraban a los alfabetizadores que con el Servicio se fueron
forjando como Promotores de Lectura.
“Fue
muy interesante llegar al Servicio Móvil.
Uno llegaba y se encontraba con capacitaciones para ser promotor de
lectura era bastante agradable, a uno no le soltaban un grupo fácil, siempre
contamos con el acompañamiento de promotores expertos, así que nos preparábamos
muy bien, y leíamos los libros antes de trabajarlos con los niños y jóvenes”,
recuerda Andrés Felipe Valencia.
El Juego Literario era un proyecto en el
que se pretendía contribuir a la formación de lectores y escritores. Cada año
se trabajaba un escritor, nacional o internacional, quien al final de un
proceso de tres meses realizaba una visita a Medellín.
Durante este tiempo se hacían actividades
lúdicas y creativas para que el encuentro con el autor invitado fuera inolvidable.
“Para los niños era una emoción muy grande saber que se iban a encontrar con el
autor del cual venían leyendo sus libros; saber que podían hablar con él, que
lo podían tocar y que lo podían ver, se volvía toda una fiebre para ellos”,
afirma Alba Mary Cano López ,docente de Liceo Concejo de Medellín. “La
institución siempre hizo parte del Juego Literario y uno tristemente vivió el
proceso de que le fueran quitando recursos”, agrega.
Propuestas
Las esperanzas
que el Servicio Móvil continúe aún no se diluyen y las propuestas para el
Secretario de Cultura continúan: “El Servicio Móvil se acaba, pero quién
garantiza que va a ver una persona responsable de las Cajas Viajeras y del
Juego Literario que además se encargue de solicitar los contactos para traer
los escritores”, indica Blanca Nelly Múnera, Promotora de lectura de La
Biblioteca Comfenalco.
Por su parte, Andrés Felipe Valencia, quien
se formó como promotor de lectura afirma: “no se le puede negar la oportunidad
a los niños y más a los que habitan áreas rurales de Medellín a que toquen y
sientan lo libros como suyos”.
“Señor Secretario de Cultura, si quiere que
lo recordemos, si quiere haber salido con la satisfacción de que salvó diez,
quince, veinte jóvenes de cualquier vicio en la ciudad y los metió en el vicio
de la lectura, haga inversión en el Juego Literario, que está prácticamente
muerto, hay que revivirlo”, solicita Alba Mary Cano López, Docente del Liceo
Concejo de Medellín.
Los 7 mil libros del Servicio Móvil de
Lectura ya fueron repartidos en los diferentes Parques Biblioteca de la ciudad.
El pequeño espacio que ocupaba en la biblioteca de La Floresta y desde donde se
planeaban las diferentes actividades quedó completamente vacío.
La
Secretaría de Cultura Ciudadana debe garantizar desde los Parques Biblioteca,
los servicios personalizados que prestaba el Servicio Móvil de Lectura.
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