lunes, 12 de noviembre de 2012


Durante 20 años, niños y jóvenes se acercaron a los libros

La promoción de lectura perdió un espacio en Medellín

Por considerar que se puede seguir realizando desde los Parques bibliotecas, la Secretaría de Cultura Ciudadana tomó la decisión de suspender el Servicio Móvil de Lectura.

Rosa María Pérez Rivas
rosampr77@yahoo.es

Docentes, niños y promotores de lectura, manifiestan su inconformidad y su preocupación por sentir que  Medellín perdió uno de los mejores proyectos para formar lectores y escritores: el Servicio Móvil de Lectura. 

Esta dependencia hacía parte de la Secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía de Medellín, desde donde se coordinaba una serie de servicios: promoción de lectura en escuelas y colegios de barrios y veredas de Medellín, Cajas Viajeras, además de los proyectos “El Escritor y su obra” y “El Juego Literario”.

Una de las instituciones afectada por esta medida es el Centro Educativo Fabio Zuluaga (C.E.F.Z.), ubicado en el corregimiento de San Cristóbal. Su Directora Martha Dionny Tobón desarrolla actualmente un programa llamado Leyendo Sobrevolamos el Mundo en donde un grupo de niños de la escuela recorren los días sábados  los distintos sectores de la vereda para compartir diferentes textos con las familias. “Con el Servicio Móvil de Lectura y el Juego Literario se contribuía no solo a labor social que se viene dando en Medellín, sino también a la transformación cultural que se está implementando en la comunidad”, afirma.

No termina, se transforma

Para Luz Stella Peña Bibliotecóloga, Especialista en Gestión de información y funcionaria de la Secretaría de Cultura Ciudadana: “el Servicio no se acaba, se seguirá implementando a partir de las ocho bibliotecas que hacen parte de la Secretaría”.

La funcionaria indica además que el Servicio Móvil trabajó muchos años con unas instituciones las cuales deben tener ya un proceso, un acumulado, una ganancia y que si el trabajo estuvo bien hecho el educador ya está en capacidad de replicar de lo que recibió por 20 años.

A pesar de ello, la profesora Alba Lía Buriticá del C.E.F.Z ha intentado mantener viva la pasión por la lectura en sus estudiantes, pero es consciente de que no es fácil: “He ido a la biblioteca San Javier y me prestan la Caja Viajera, yo la traigo y hago la labor de promotora de lectura, a veces dejo de hacerlo porque la biblioteca queda muy lejos de la vereda y si los niños dañan los libros hay que pagarlos”.
Desde el Servicio Móvil, los textos seleccionados para cada Caja Viajera se hacían de acuerdo con la población a la que iba dirigida, se tenía presente el contexto y la edad de los participantes. Un proceso en el que también se involucraban a los  alfabetizadores que con el Servicio se fueron forjando como Promotores de Lectura.

 “Fue muy interesante llegar al Servicio Móvil.  Uno llegaba y se encontraba con capacitaciones para ser promotor de lectura era bastante agradable, a uno no le soltaban un grupo fácil, siempre contamos con el acompañamiento de promotores expertos, así que nos preparábamos muy bien, y leíamos los libros antes de trabajarlos con los niños y jóvenes”, recuerda Andrés Felipe Valencia.

El Juego Literario era un proyecto en el que se pretendía contribuir a la formación de lectores y escritores. Cada año se trabajaba un escritor, nacional o internacional, quien al final de un proceso de tres meses realizaba una visita a Medellín.

Durante este tiempo se hacían actividades lúdicas y creativas para que el encuentro con el autor invitado fuera inolvidable. “Para los niños era una emoción muy grande saber que se iban a encontrar con el autor del cual venían leyendo sus libros; saber que podían hablar con él, que lo podían tocar y que lo podían ver, se volvía toda una fiebre para ellos”, afirma Alba Mary Cano López ,docente de Liceo Concejo de Medellín. “La institución siempre hizo parte del Juego Literario y uno tristemente vivió el proceso de que le fueran quitando recursos”, agrega.

Propuestas

Las esperanzas que el Servicio Móvil continúe aún no se diluyen y las propuestas para el Secretario de Cultura continúan: “El Servicio Móvil se acaba, pero quién garantiza que va a ver una persona responsable de las Cajas Viajeras y del Juego Literario que además se encargue de solicitar los contactos para traer los escritores”, indica Blanca Nelly Múnera, Promotora de lectura de La Biblioteca Comfenalco.

Por su parte, Andrés Felipe Valencia, quien se formó como promotor de lectura afirma: “no se le puede negar la oportunidad a los niños y más a los que habitan áreas rurales de Medellín a que toquen y sientan lo libros como suyos”.

“Señor Secretario de Cultura, si quiere que lo recordemos, si quiere haber salido con la satisfacción de que salvó diez, quince, veinte jóvenes de cualquier vicio en la ciudad y los metió en el vicio de la lectura, haga inversión en el Juego Literario, que está prácticamente muerto, hay que revivirlo”, solicita Alba Mary Cano López, Docente del Liceo Concejo de Medellín.

Los 7 mil libros del Servicio Móvil de Lectura ya fueron repartidos en los diferentes Parques Biblioteca de la ciudad. El pequeño espacio que ocupaba en la biblioteca de La Floresta y desde donde se planeaban las diferentes actividades quedó completamente vacío. 


La Secretaría de Cultura Ciudadana debe garantizar desde los Parques Biblioteca, los servicios personalizados que prestaba el Servicio Móvil de Lectura.



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