lunes, 12 de noviembre de 2012


El Túnel de Occidente atraviesa territorio palmiteño 

“El comercio se vino a tierra”

El 18 de enero de 2008 se demandó a Invías, Departamento de Antioquia, Municipio de Medellín, Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Proyecto Conexión Vial Aburrá-Río Cauca. El reclamo obedece al deterioro que ocasionó la nueva vía al comercio formal de la antigua carretera al mar.

Rosa María Pérez Rivas

Al menos 6 mil millones de pesos solicitan como indemnización 23 comerciantes del corregimiento San Sebastián de Palmitas (S.S.P), a las entidades públicas socias del Túnel de Occidente, por daños materiales y perjuicios morales.
Los comerciantes están inconformes con el escaso tráfico vehicular y la ausencia de viajeros por la carretera vieja desde la apertura del túnel Fernando Gómez Martínez, que dejó pérdidas económicas en negocios e inestabilidad emocional en propietarios.
Antes de presentar la demanda, los vendedores plantearon otros mecanismos de defensa: se quejaron en las audiencias públicas de 2006 –realizadas en el corregimiento– y ante el Concejo de Medellín, e intentaron vías de hecho como taponar la nueva conexión vial, acción de protesta que no dio el resultado deseado.

La justicia decidirá

Urbano Rico pertenece a la Asociación de Abogados Compañía Legal S.A., que contrató el grupo de comerciantes de la carretera vieja.
Según Rico, la Ley 99 de 1993 establece que los mega proyectos ­–proyectos de intervención que afectan a grandes comunidades–, deben destinar un porcentaje para mitigar el impacto socioeconómico y ambiental que causarán sobre el territorio y su población. Bajo esta razón se reunieron 173 vendedores a mediados de octubre de 2007, con el fin de exigir una compensación por parte del Estado.
El abogado considera inconsistente el proceso que siguió el proyecto Túnel de Occidente con los comerciantes de la carretera vieja: “hicieron un censo, donde encontraron trece comerciantes afectados, luego aumentaron a ochenta, más tarde se redujeron a los mismos trece, descartaron a algunos que se podían trasladar a la nueva vía y la conclusión es que sólo eran cinco negociantes perjudicados”.

Kilómetros sin andar

El 20 de enero de 2008 se cumplieron dos años de la apertura del túnel, según los comerciantes de la carretera vieja, esta fecha desató el olvido al que pasarían sus estaderos. Antes esa vía era la fuente de empleo del corregimiento: entre los oficios más comunes estaban ser meseros o cocineras, sólo algunos eran propietarios. Ahora la situación es diferente, el propietario ordena y atiende los pocos viajeros que transitan por obligación, la antigua carretera al mar.
Una de las afectadas por esta situación es Rocío Arango, propietaria de la tienda Rincón Paisa y participante de la demanda. Ella afirma: “Me levanto muy temprano para poder venir a hacerme los dos mil pesos de todos los días, a esta hora he vendido novecientos, abrí a las 7:30 y son las tres. Cierro a las 5:30 de la tarde porque me da miedo que vengan y me roben”.
Entre el grupo de comerciantes que demandó también está Luz María Mejía, propietaria del Estadero Palmitasnegocio que lleva trece años­–, quien niega haber recibido sensibilización antes de la ejecución del proyecto: “nadie opinó nada, el gobierno lo vino a hacer de una”. A pesar de la situación que vive, reconoce ser una mujer perseverante, “todavía no nos hemos dejado vencer”.
El presidente de Asocomunal (Asociación de Juntas de Acción Comunal), vicepresidente de la JAL (Junta Admistradora Local) y comerciante de la zona central, Jairo de Jesús Ospina, también se unió a la demanda. Ospina afirma que muchos campesinos de la vereda no volvieron a transitar por allí, por preferir la nueva conexión vial.

Esperanzas y temores

En definitiva, cuatro razones tienen los palmiteños para aceptar positivamente el Túnel de Occidente: Palmitas pasó de ser el corregimiento más retirado de la ciudad (32 km.) a ser el más cercano (16 km.); la construcción generó empleo para ellos relacionado directamente con la obra.
El tercer motivo alentó a los habitantes: desde la apertura del túnel, medellinenses y turistas identifican el corregimiento como parte de Medellín. Por último, los ciudadanos esperan que a largo plazo, el túnel traiga un beneficio turístico y puedan acceder a más empleo en el centro urbano.

El Túnel responde

Jesús María Hidalgo, representante del Túnel de Occidente frente a la comunidad palmiteña argumenta:

1.  Según el Plan de Manejo Ambiental del Túnel de Occidente, el proyecto es responsable de una compensación colectiva ambiental –sembrar 180 mil árboles desde San Cristóbal a San Jerónimo– y negociar con pagos individuales a personas afectadas de manera directa, como la compra de franjas de tierra. También se asume cualquier derrumbe generado con la operación del túnel.
2.  El proyecto no asume afectaciones indirectas como el caso de los comerciantes de la vía al mar. En la vía vieja se mermó el flujo, pero el Plan de Manejo Ambiental nunca indicó que iban a pagar compensaciones económicas.
3.  Se aplicaron encuestas socioeconómicas a los comerciantes informándoles que se iba a construir el túnel, para que empezaran a buscar alternativas.
4.  Se incrementó el empleo: los nuevos negocios de la conexión vial contratan más empleados, se mejoró ostensiblemente la locación y el servicio. Se establecieron negocios bajo la normatividad del Estado colombiano.
5.  En la carretera al mar están los negocios que no viven del turismo y son un comercio local que surte a la población campesina. Los locales que dependen del flujo de pasajeros se fueron para abajo buscando a sus clientes: turistas, camioneros y usuarios de la vía.
6.           Sobre la demanda impuesta no podemos opinar, son los jueces.


Algunos de los propietarios cerraron sus negocios. Los comerciantes que tuvieron la posibilidad económica para comprar terrenos cerca a la nueva vía, abrieron estaderos y restaurantes a lo largo de la conexión vial. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario